Tenía 45 años cuando me quedé sin nada. Me divorcié tras 25 años de matrimonio y perdí la compañía que compartíamos. Perdí mi círculo de amigos, que le tenían miedo a mi ex y no querían meterse en problemas, algo que, por supuesto, entendía. En otras palabras, tuve que empezar de cero. La primera pregunta que me vino a la mente fue: ¿Se puede empezar de cero a los 45 y cómo? Hablar de ello con alguien no fue fácil, ni siquiera posible, ya que cada uno tiene circunstancias diferentes y afronta los problemas de forma distinta. Pero tenía claro que quería empezar de cero, con todo lo que ello conlleva. Te contaré cómo en este blog.